Kick off

Otros dos palabros en inglés. Es lo que tiene emplear, al menos, ocho horas diarias en una empresa americana... Acabas diciendo gilipolleces como "revenue", "implementar", "dead line", "ancho de banda" y demás lindeces casi sin darte cuenta. Bendito idioma el nuestro...

Bueno, vamos al turrón. El Kick off es el evento de 2 días en el que todo bicho viviente en la Sun (casi todos los bichos... algunos tienen que mantener el barco a flote) se van a un lugar de asueto y relax para hacer repaso del año y escuchar, de boca de los jefes, cómo pinta el siguiente. Coincide con los primeros días de julio, que es cuando comienza nuestro año fiscal. Este año nos vamos a Alicante los días 5 y 6, es decir la semana que viene.

Están siendo unos días duros con el cierre, aunque el año en sí ha sido de traca. Nada nuevo bajo el sol. Estoy cansado y necesito reposo. Sosiego. Calma. Me apetece saltarme la cena de la noche del 5 (copas y sarao hasta las tantas con gente con la que no me encuentro -¿conocéis la diferencia entre "lonely" y "alone"-?) y largarme a una playa a escuchar el mar. Mirar el infinito, negro, de madrugada, mientras me fumo un Edgardo de Montecristo con los pies jugando en la arena. Sentir el frescor de la vida. Quizá llevarme la iPod y paladear "La mer n'existe pas" de Mengo, el "Sittin' on the dock of the bay" de Otis Redding o "One" de U2. Mantener una conversación interesante. Pensar en nada o en todo al mismo tiempo.

Mantener un pensamiento único. Sólo un pensamiento, pero capaz de hacer saltar en pedazos el universo.

Suenan en estos momentos Simple Minds con "Alive and Kicking" en concierto. Maravilla de youtube para los nostágicos...

Y aquí seguimos, con la confirmación de que es una niña. Con las dudas sobre mi dolor de espalda. Con la incertidumbre del futuro laboral. Con una crisis económica que nos va a dejar tiesos en cuanto miremos al lado equivocado. Con unos cafres que se empeñan en joder un planeta tan cojonudo como este. Con gente en la ofi con la que te encuentras, te separas, te vuelves a encontrar y te vuelves a distanciar. Con amigos que se casan en Sevilla y se van a vivir a Triana o a Red Lion Court en Londres y te dejan solo, con el corazón encharcado. Con gente que te manda mails interesándose por ti y te llenan de luz un día aciago. Con follones en Barajas y aviones que se pierden para siempre en un cielo que no es tuyo. Con Álvaro dejando el pañal (por fin). Con mensajes en un blog de gente con la que me he podido cruzar en la calle y haber despreciado. Con intransigentes de toda índole: políticos, religiosos, sexuales... integristas varios que no entiendo (integristas como yo). Con sueños por cumplir en una playa de Ibiza. Con recuerdos vagos de hace un año en Roth. Con mosqueos varios. Aquí seguimos.

En breve os hablaré de Robert Capa, de Doisneau, de Newton. Quizá de Ranulf Fiennes o de Cherry-Gayard. El caso es seguir con esta tendencia estéril de expresión para no caer en el silencio, que siempre significa la muerte.

Me hago pis y es tarde. Creo que me voy a la cama, aunque no tengo sueño. Será un buen momento para cerrar los ojos y recordar todo aquello que nos vuelve a hacer felices. Un buen momento para que un lobo imagine una playa por la que pasear durante una noche de julio.

Performance Appraisal

El Performance Apprisal es la evaluación individual que nos hacen en Sun todos los años para ver si hemos cumplido los objetivos. Supone una charla con tu jefe (y con unos cuantos papelotes impresos) en la que vas repasando los altos y los bajos momentos, los temas pendientes y los éxitos. Lo pasé el jueves. Como siempre, salí bien en la foto. No brillante, pero sí guapo.

Mi Performance deportivo es. sin embargo, el peor de los últimos años. Creo que no he estado nunca en tan baja forma. Con tanto porcentaje de grasa (supongo, por que no me peso) y tan poco fuelle. Me toca las narices. Ayer salí con la bici una hora y veinte minutos. Pensaréis que suena a chiste pero, para mí, fue una experiencia religiosa, después de no sé cuanto tiempo sin calzarme el maillot. Fui muy bien de ritmo, alegre en los pedales, y no me atraganté en ningún repechillo (no me pasó nadie en todo ese tiempo y yo sí cacé a más de uno :)). Estoy contento y sin secuelas musculares.

Gracias a todos los mensajes en el blog, los sms, los mails, las llamadas o conversaciones varias por el tema del embarazo. Gracias de corazón. Ahora lo importante es que la niña (parece ser que tenemos una bella triatleta en camino) siga para adelante sin problemas.

Parón

Después de una semana de incertidumbre, nos han confirmado hoy que uno de los mellizos se ha parado. Álvaro sólo tendrá un hermanito o hermanita.

Entenderéis que no he estado últimamente para entrenamientos... Espero volver en breve.

Os cuento cuando tenga un poco más de tiempo... Y de ganas.

Besos en los morros

Sábado sabadete

Me quedo en casa por que a Lorena le han hecho la amniocentésis y debe estar unos días en reposo. Hemos mandado a Álvaro con los abuelos (eso sí, esta mañana le he llevado a natación).

Ayer rescaté a Zubi con un reventón de la leche en la cubierta. Tuvo suerte de que estuviera en casa. Me pilla a 2 minutos del carril bici de Colmenar y el sufrió el percance a escasos km de mi casa. Es más pupas que yo, que ya es decir.

Hoy toca reunión de negocios en casa. Dudo entre montar un puticlub, una franquicia de una iglesia evangélica, un taller de marcapasos, un puesto de helados en Alaska...


Sigo moviendo el coco y sigo pensando en el futuro. Pero es futuro es hoy. Y el coco nunca volverá a ser como el de hace unos años.

Filosofía de bolsillo

Una vez me dijeron que toda la filosofía importante para la vida venía recogida en la trilogía de El Padrino. Vistas las películas, he de decir que no están nada mal, pero que tampoco es para tanto (en cuanto a filosofía).

Tengo tres filósofos de cabecera que, en el devenir de los años, han ido añadiendo consejos, ideas o destrucciones constructivas, según el momento de la lectura y las circunstancias que lo rodeaban.

Creo que debo poner en el centro a Ciorán, ese entrañable pesimista antropológico para el que, una vez condenados al sufrimiento de vivir y a la desesperación del sinsentido, sólo queda la esperanza de lo absurdo o el lirismo más profundo. Uno de mis sueños hubiera sido conocerlo en persona y quizá pasear con él cerca el teatro del Odeon o de los jardines de Luxemburgo. Visité su tu tumba, sobria, hace ya casi 8 años.

Muy pegadito a Ciorán está Manuel Vicent, del que creo que ya he hablado. Él me acerca a la luz, a lo fácil que sería vivir con una casa cerca del mar, una barca y unos tomates. Me conecta con los clásicos, con el queso y el vino. Con Jenofonte o Platón, con las aceitunas y con el aceite. Con Virgilio y con una hogaza de pan recién horneada.

Y, como maestro de juventud, necesario en ese proceso en el que los granos aparecen y se convierten en un estadio vital, está Hermann Hesse. Te descubre lo único y maravilloso que eres, el potencial que tiene cualquier ser humano. Lo jodidamente complicado que es encontrar un hueco cuando te das cuenta de tu individualidad. Te abre al mundo, avisándote de que tu destino no tiene por qué ser trágico, pero advirtiéndote de que pensar puede resultar nefasto.

Me diréis que Manolo Vicent y Hermann Hesse no son filósofos de verdad pero, como decía Karl Jaspers, cualquier persona, por el hecho de serlo, ya es un filósofo con la misma credibilidad que un "profesional de la filosofía". Vicent y Hesse están, en este caso, muy por encima de cualquier persona.

Finalmente, hay canallas que te destrozan el día a día con frases, aforismos o puñetazos verbales. Son tan poetas o tan intelectuales como cualquier docto catedrático. Canallas como Sabina, cuando dice...

"Y, si protesta el corazón,
en la farmacia puedes preguntar
¿venden pastillas para no soñar?"


Y me diréis "¿a qué coño viene esto?" Y os responderé "pues no tengo ni puta idea". Pero, dado que no ejercito el cuerpo, al menos os cuento que la cabeza está en pleno funcionamiento.

Menuda mierda de blog de triatlón...

¿Fin de semana?

El viernes curré como un cabrón y, por la tarde, seguí currando en casa (eso sí, me di una vuelta por la Casa de Campo con el Torpedo -que va a ser papá- de una par de horas, con la bici de montaña).

Ayer sábado me escapé para recoger las bicis (¡¡¡ya están en casa mis dos niñas!!), me corté el pelo y me fui a ver a los Aguaverdes otra vez a la Casa de Campo. Alegra ver las caras de la gente, aunque sea una vez al año. Recogí los nuevos guantes Spiuk que jubilan a mis ochenteros Scott, que tanto me gustan, a pesar de su color morado-lila de maricón que a la gente no le va...

Hoy domingo llevo currando prácticamente desde que me he levantado: plan de marketing para cuentas E4 y solicitud de fondos para Q1 (amén de contestar otros mails que daban por donde amargan los pepinos). Eso sí, la prueba de la Copa del Mundo de tri me la he visto en directo (la de los tíos, por que alguien debe pensar que el deporte que hacen las mujeres no merece la pena ser emitido...).

La semana se plantea muy calentita, con un evento que organizo el martes sobre SAP y una reunión en el SIMO esa misma tarde.

Menos mal que me he puesto a los Pet Shop Boys en el DVD y que espero volver a sudar un poco en la bici y en el gim mañana y el miércoles.