El IronMan como una forma de entender la vida

sábado, septiembre 30, 2006

Carpathia

Llevo 2 semanas buscando mis zapatillas de bici, mis queridas Look. No aparecen. No aparecen desde la vuelta de Roth. Y estoy seguro de que no las he dejado allí (no se dejan heridos ni cadáveres; cuando se entra en combate entran todos y salen todos).

Entre el maremagnum de ropa, mochilas, piezas de bici, libros, CDs... que mantengo en casa de mis suegros, los trasteros, el coche y vete tú a saber qué más, andan mis adoradas zapas. Como no sabía donde más buscar, me he pasado por Calmera y Ciclos Delicias: agua. O son feas, o caras o poco prácticas... o las tres cosas. Aparecerán, estoy seguro, pero mientras tanto no puedo ir descalzo por la vida ciclista. Esta semana tengo que poner arreglo al tema. Aunque sé que ningunas serán como ellas.

Mi vida últimamente es una especie de caos que no acaba de arreglarse. Y mira que me jode. Pero qué le voy a hacer. Al menos el jueves me di un masaje y mañana he quedado para ir a correr.

Necesitamos un barco que nos devuelva a la vida cuando todo alrededor apunta a que nos ahogamos.

viernes, septiembre 22, 2006

Sigo vivo

Joder, hace 8 días que no le doy a la tecla y no me gusta nada esa situación. Desgraciadamente, es lo que hay de momento.

Estos días están sirviendo para allanar el camino, para asentar los cimientos (no físicos, no psicológicos, ni siquiera logísticos... no sabría cómo explicarlo) de la próxima temporada. Estoy encajando algunas piezas, aunque queda mucho por colocar.

Me estoy despojando de los accesorios. Me desnudo mentalmente de lo que no es necesario. Abandono lastre. Cojo carrerilla. Visualizo.

Esta temporada ha sido buena, aunque no perfecta. Y la temporada que viene ha empezado bien, aun sin mover un pie. Incluso cogiendo peso y perdiendo la forma. Todo es accesorio porque todo vuelve o se construye. Todo menos el deseo o la pasión.

Sigo teniendo sueños. Sueños secretos. He realizado una apuesta conmigo y pienso ganarla. Pero implica menos palabras y mucho más de otras cosas.

Mañana saldré a correr. Con mis nuevas plantillas. Con las nuevas Saucony. El domingo saldré a rodar con la bici. Con las mismas ganas que hace 3 meses. Con la misma sonrisa cuando me ponga el casco en la Casa de Campo para rodar un par de horas que hace un año.

Creo que he vuelto.

jueves, septiembre 14, 2006

No tengo tiempo

Pues eso, que no tengo un minuto libre y no hay forma de escribir. Hoy no sé si iré a comer y, en 5 minutos, os cuento que estoy hasta las orejas de curro y asuntos varios.

Novedades: no he vuelto a mover el culo, he pasado el fin de semana en Londres, ayer fui a hacerme unas plantillas nuevas... He pasado, después de 4 años de plantillas de Laister http://www.atletalaister.com/, que no me acaban de solucionar el problema, a probar con la gente de Ergodinámica

Más cosas: la casa está que asusta, en pleno proceso de pintura (ya le han quitado el gotelé), destripada (con las cajas de los cables abiertas) y en breve estará con la cocina levantada. Es decir, una mezcla de Kosovo y el Líbano.

Me acojona el IM más que nunca. Austria no me apetece demasiado a día de hoy. No tengo buenas sensaciones, pero sé que en dos meses, cuando el curro se estabilice, la inauguración del piso se haya realizado y vuelva a una cierta rutina deportiva, las cosas habrán cambiado y volveré a ser el de siempre.

Besos en los morros.

jueves, septiembre 07, 2006

Lobos

Todos nacemos con una manada de lobos en nuestro interior. Muchos no lo saben o lo niegan, pero es así. Nacemos con un montón de proyectos, de sueños, de pasiones, que nos atormentan y nos ilusionan cuando apenas somos unos cachorros. Pero los lobos, pasando las estaciones, van creciendo, van formando una manada. Y aquí viene lo interesante, por que es imposible que todos lleguen a adultos, no hay recursos suficientes.

Con los años uno tiene que empezar a decidir qué tipo de lobo quiere ser. Cuántos lobos quiere ser. Cuáles de los aullidos son realmente importantes. Qué pasiones mueven su vida. Qué es aquello que te machaca el estómago o te despierta en la noche. Muchos de los lobos que llevamos dentro van muriendo (algunos los matamos -es muy triste-, otros sólo se dejan morir) y sólo unos pocos llegan a la madurez. Algunos ejemplares agazapados se descubren sólo con los años y suelen ser los más gratificantes. En otros casos -muchos, demasiados-, muere toda la manada y la persona sigue viva sin vida. No aulla jamás.

Hay algunos elegidos que sólo sienten una llamada. Quizá entonces te conviertas en el lobo estepario del que hablaba el bueno de Herman Hesse. Quizá puedas consagrar tu vida a una sóla idea muy pura. Serías muy afortunado (o quizá un pobre desgraciado, quien sabe).

En mi caso, uno de los pocos lobos de mi manada (con un precioso pelaje gris plomo azulado) lanzó un gemido lastimero el fin de semana. Necesitaba salir de nuevo a cazar. Y lo saqué de caza el martes.

Martes mediodía: calentamiento + 2 series x 20 repeticiones con máquinas (dorsal, bicep, pecho, tricep, deltoide, press para las piernas, abdos -4x20-) + estiramientos.

Martes tarde: 35 minutos de carrera (sin pulsómetro, no quería desesperarme) con el Torpedo; a los 25 minutos quería parar, pero el muy cabronazo no me dejó. Estiramientos del gemelo.

Lobo calmado, feliz (y dolorido todavía hoy).

Madrid se ha levantado lluvioso con el mismo color gis plomo azulado, en algunos tramos del horizonte, que tanto me gusta. Se pinta un día precioso que sólo promete buenas intenciones.

He hecho mis deberes: ya tengo cita para unas nuevas plantillas. Sigo con la fascitis en el pie izquierdo y dolores en la planta del derecho. Pero sé que es transitorio y que en breve volveré a los caminos, corriendo libre. El lobo lo sabe.

domingo, septiembre 03, 2006

ORO

Yo debo ser un gilipollas por que, a diferencia de Luis Aragonés, sí tengo una sana envidia. Fueron muchos años jugando al baloncesto y me alegro como pocos del triunfo de la selección. Para mí hoy lo que ocurriera en el campeonato del mundo de tri era lo de menos. Sólo me importaban estos tíos de abajo.


Pepu, mil gracias por haber hecho de estos figuras un auténtico equipo. Mucho más cuando tu padre acaba de fallecer justo antes del partido. Verte con la mano en el corazón, mirando al cielo infinito, mientras sonaba el himno de España me ha sobrecogido. Gracias.

Vuelvo a retocar el post con la foto más emotiva.

viernes, septiembre 01, 2006

Está costando

Volver a coger el ritmo de vida después de vacaciones. Qué queréis que os diga que no entendáis ya... Bastante tengo con la vuelta al cole y el parón deportivo por el dolor de pie como para aburriros con lo que escribo. Prometo volver pronto. Y volver a ser el de siempre.