No queda ná
Estamos a menos de un mes. Esta semana y la que viene son las más duras (y se nota). Lo que hagamos después del día 10 estará bien, pero no sumará como estas jornadas.
Por decir algo de estos 7 días, podría quedarme con los 150km de hoy, con un tiempo soleado, en 5 horas y media en terreno ondulado (ya sé que alguno dirá que la próxima vez sería bueno coger la bici, que se tarda menos). Ha sido el segundo día con las ruedas de perfil y tubular puestas y, después de la nefasta experiencia del primer día (no podía moverlas en los repechos) hoy la verdad es que me han parecido otra cosa. Cuando van lanzadas son un gusto y en las subidas no me ha costado tanto como el miércoles. Creo que irán a Lanzarote, pero soy un mar de dudas.
Más cosas, sesión de coaching del miércoles. Muy buena experiencia con Ana. Después del interrogatorio al que fui sometido, nos quedamos con los 3 puntos importantes para trabajar estos días:
- ¿Qué me provoca la sensación de "fluir"? Es importante que trate de recordar qué pienso momentos antes de tener esa sensación porque, parece ser que, un pensamiento genera una emoción y esa emoción genera un sentimiento. Y el sentimiento es el que hace que mi cuerpo funcione mejor. Hoy traté de concentrarme en analizar en qué pienso antes de tener una buena racha en la bici y no hubo mucha suerte. Será cuestión de ir trabajándolo poco a poco.
- ¿Qué he conseguido hasta hoy? A la pregunta de "¿dónde estás?" respondí lo que cualquier triatleta que se precie "A mitad de camino, me falta mucho entrenamiento". Y Ana le dió la vuelta a la tortilla: "Concéntrate en tus logros desde que has empezado a entrenar y considéralos como un triunfo y un refuerzo positivo". En mi caso, me quedo con los 8 kilos menos que peso, las 5 horas en bici que ya soy capaz de hacer sin problemas y los amigos que encontré por el camino en estos meses (y años).
- Por último, cuando, hablando de este circo del triatlón le comentaba lo bien que me cae (desde la distancia, no la conozco) Natasha Badman, Ana me empujó a describir qué veía en ella. Para mi Natasha es una tía que aparece siempre sonriendo; destila buen rollo, energía positiva; parece amar lo que hace; aunque no siempre las cosas salgan bien, ella está siempre ahí, con una enorme sonrisa; y siempre mirando hacia adelante. Pues parece ser que lo que veo en la Badman es una proyección de mis sentimientos. Es decir, que el que destila vida soy yo, al que le encanta este deporte es a mi, el que siempre sonrío, en el fondo, soy otra vez yo. Y me comentó que no le había hablado de otros triateltas y que por algo será. Seguramente no tengo el foco de Peter Reid, las ganas de triunfo de Macca, la fuerza de Stadler. Personalmente, me quedo con una sonrisa sincera, incluso cuando las cosas vienen feas.
Cambiando de tercio, el fin de semana que viene me quedo sólo en casa. La familia se va a Pamplona con mis suegros. 4 Días para entrenar y descansar. Poner en orden algunas cosas e ir cerrando los detalles de Lanzarote con tiempo. Y dormir. Dormir. Dormir.
Y los que me quitan tiempo de sueño son estos dos, el brujo de la fiesta de su cole y la nadadora en ciernes (Paula ya lleva dos sesiones de piscina y todavía no ha cumplido 5 meses).
En breve vuelvo a escribir. Lo prometo.
Besos en los morros,
Dani