Con prisas

Ayer sólo pude hacer 2000 metros de piscina. 500m de calentamiento, 10x50m fuerte recuperando 30'', 500m de técnica y 500m a ritmo moderado.

Me dolía la espalda y no salí a correr. Hoy el día pinta chungo de trabajo (por eso lo de las prisas), así es que a ver cómo salvo los muebles.

Mala cena anoche, con mucho hambre atrasada y picoteando lo que no debía. Mi sistema digestivo se ha acostumbrado a lechugas, pollo a la plancha y demás mierdas sanas y cuando le meto gasolina normal con plomo se queja. Tengo el estómago del revés por los nachos con guacamole (restos de una comida que mi esposa preparó para sus compañeras de curro que han venido a casa a ver a la niña) y los pistachos que le gustan a Álvaro (son la moneda de cambio para que se coma el -asqueroso- puré de verduras).

Os adjunto un par de fotos:

Esta es en zulo, con la Cannondale en el potro de torturas y el portátil sobre a caja de trastos varios. Toalla en el suelo, empapada, y cacharros por colocar por todos lados. El otro pepino, más pequeño, es el de Álvaro.

Esta otra es de la San Silvestre de este año. El que tiene pinta de gay con gafas es Zubi y el politoxicómano con el mono soy yo. La foto fue tomada en la subida de Avenida de la Albufera, después de charlar con la familia de Zubi. Apenas quedaban menos de 2 km para terminar la fiesta. (Lo de poner que hicimos 1 hora y 6 minutos para 10 km casi que ni lo cuento, que entre el cachondeo de la salida, el slalom en Serrano, el pis en el Museo del Prado y los saludos familiares, lo raro es que llegáramos a meta).