Mis peores temores...

... se cumplieron. Es decir, que Álvaro (el de la foto, en Cataratas de Niágara en agosto) dio la murga desde la 1 de la madrugada y el pie me duele.

Lo peor no es que el peque protestara. Lo peor es que, dopado con Apiretal y metido en nuestra cama desde la 1, el muy puñetero no dejó de protestar en toda la noche. Y peor... cuando estás dormido y, de repente, la criatura se gira, extiende el brazo y te suelta una hostia con la mano abierta como hace tiempo que no sentía. Ahora hablan de que la educación de los hijos no debe contemplar nunca el castigo físico (cachetes) como forma de corrección. Joder ¿y qué coño pasa con los padres? Una bofetada en toda regla a las 3 de la mañana, dormido, no me la han dado ni cuando salía de noche.

El pie está dando por saco de nuevo. Y, además, tengo un incipiente trancazo. He pasado de nadar para no soltar todos los mocos y que la piscina no parezca el mediterráneo con medusas. Además, tenía miedo de que el gemelo se me cargara más. Me he metido con las pesas y ha tocado pecho, trícep, abdos, lumbares y estiramientos. Ya meto dos ejercicios (en vez de uno, como hasta ahora) de cada grupo muscular para que vaya cogiendo tono el temita. ¿Para qué coño sentirme bien mañana, pudiendo tener agujetas y dolores en las articulaciones?

En el gim he montado un rato en bici y no me acordaba lo coñazo que es estar en un lugar cerrado dando pedales. Al menos, en la bici-sillón estática, seguro que nadie del club me da la paliza (con cariño, eso sí) por llevar los cascos puestos :o) Me da a mí que el rodillo va a caer muuuy pronto.

Volviendo al pie, ¿os he hablado de mi calcetín? Prometí releer el blog, pero me da pereza (me tengo muy visto y muy leído) y, si lo he contado, tenéis dos opciones: llamarme abuelo cebolleta y pasar de párrafo, o volver a releer.

Ahí va el asunto:

Este verano, en Boston, leí en una revista de atletismo que había unos calcetines que ayudaban a mejorar la fascitis plantar. Una de las tiendas donde los vendían era en Bill Rodgers (www.billrodgers.com) que es una leyenda del maratón en los USA. La tienda estaba céntrica (N. Market Bldg. en Faneuil Hall Market Place) y me decidí a probar, a ver si había suerte. Al entrar en la tienda te das cuenta de que la planta de calle está dedicada a turistas, con camisteas del maratón de Boston, gorras y memorabilia de ese tipo. Sin embargo, en la planta baja, sólo había ropa técnica y zapatillas de verdad: Mizunos, Asics, New Balances, Adidas, Brooks, Sauconys... Desde zapatillas de cross de clavos, hasta especiales para supinadores, competición... Una maravilla, vamos. Le pregunté al dependiente (un colgao cincuentón fibroso, de pelo largo y bigotazos) si el calcetín funcionaba y me habló maravillas de él. Total, que solté los 42 dólares que costaba y le pagué al cajero (otro con pinta de hippy, con la misma planta de atleta que el otro, pero con ¡¡dos trenzas en las barbas rubias!! (algo así como Tinley, pero en runner y rústico).

¿Cómo funciona el calcetín? Muy fácil. El tema es mantener el gemelo estirado en los momentos de reposo. ¿Cuándo? Mientras duermes. Es una media (y digo 'una' por que se venden por unidades, no por parejas) que se fija por debajo de la rodilla con un velcro (el velcro alrededor de la parte baja de la rodilla. Desde la punta del pie sale otra tira que se engancha, con otro velcro, a una anilla que hay en la primera cinta que hay alrededor de la rodilla. De esta forma el pie se queda a 90 grados y el gemelo se mantiene estirado durante las 8 horas de sueño. El trasto en función es muy poco sexy y jodido de emplear si duermes boca abajo, pero da resultado. La marca es Strassburg sock (http://www.thesock.com/) y en su web podéis ver una foto de cómo queda puesto. Lo dicho, un invento.

Con esta lección de gadchets runneros pongo fin hoy al blog, a ver si soy capaz de meterme en la cama antes de las 12 y pillar un buen sueñecito.

Besos y quesos

Dani

PD ¿Cómo hago para que pueda escribir párrafos con espacios y que no quede todo seguido? Esto tiene pinta de mazacote y no hay Cristo que lo arregle.