El IronMan como una forma de entender la vida

domingo, abril 02, 2006

1h 49min 58seg

Me hubiera gustado bajar de 1h45. Cualquier registro inferior hubiera sido una sorpresa. Me marqué 1h50 como tiempo tope "para estar satisfecho". Cualquier cosa por encima de esa cifra significaba que mi entrenamiento no valía gran cosa.

He cumplido objetivos. Sufriendo un poco en algunos tramos (curiosamente, más en el llano que cuando picaba para arriba), apretando los dientes a veces, pero bastante bien. Es cierto que pensé en pararme en un par de ocasiones, pero me preguntaba "¿Para qué? ¿Para descansar? No lo necesito". Eso sí, las 3 horas de bici de ayer y el dolor en el gemelo derecho me han pasado factura.

Había buenas señales desde el principio: tanto las canciones que ponían en la radio mientras me acercaba en coche, como la música en la salida, suponían un buen augurio. Soy muy supersticioso para esas tonterías y, si veo que los prolegómenos transmiten "buen rollo", me animo bastante.

En la salida coincidí con Lorenzo y Ciancas del curro, con Mamorales y Sonny del Aguaverde y... con el ginecólogo que fue el primero en ver a Álvaro (en verlo, en tocarlo, etc.). Todos muy tranquilos y con ganas de pasarlo bien.

Corrí con Javi Torpedo y unos colegas suyos hasta el Bernabeu. Allí les dejé irse y, finalmente, entré en meta antes que sus dos amigos (los pasé en Mateo Inurria). El Torpedo entró en 1h46, creo. Carlos Acedo, aunque no le ví pero me dejó un mensaje en el móvil, entró en 1h42. El muy cabrón sólo corre en la cinta del gimnasio y le ha ido bastante bien.

Poco más que decir. Me dí una ducha con agua muy fría en las piernas y ahora me daré un masaje. Comí como un león (nunca desayuno cuando corro, sólo me meto un red bull light para despertarme) un curry tailandés de pollo y arroz y nos hemos pasado por el Corte Inglés de Serrano y hemos comprado salchichas alemanas, chocrut y una cerveza de medio litro. Me apetece recordar las comidas en Berlin y cenar para recuperar.

Mañana viajo a Bilbao y me lo voy a tomar de descanso total. El martes tengo una reunión larga, pero aprovecharé para nadar y para darme un masaje como Dios manda, tumbado y con un profesional del tema. El miércoles me voy a Sevilla y espero poder trotar un rato a la vuelta, de manera que el jueves vuelva a nadar y rodar con la bici.

A pesar de la siesta, creo que el sueño me va a dar una leche importante a eso de las 23:00, así es que os dejo hasta mañana.