Knebworth
Probablemente casi nadie sabe dónde está Knebworth. Y seguro que absolutamente nadie sabe lo que hacía durante el día 30 de Junio de 1990. Yo sí dónde estaba ese día. Estaba pegado a una radio.
Hace 17 años tuvo lugar EL CONCIERTO de múscia más acojonante que haya podido escuchar. Por una causa benéfica, se reunieron muchos los que, de una u otra manera eran o habían sido algo en la múscia del viejo continente. Tocaron Genesis, Phil Collins (cómo no empezar por aquí), pero también Pink Floid, Tears for Fears, Elton John, Dire Straits, Paul McCartney, Eric Clapton, Status Quo... Ese día lo pasé pegado a un casette, con un montón de cintas, grabando lo más destacable. Recuerdo a José Antonio Abellán, que por entonces lo era todo en los 40 Principales, comentando la ropa de Phil Collins y algunos otros chascarrillos de locutores sobre anécdotas de los Beatles y demás artistas. Fue un día mágico.
El sábado nos instalaron la nueva tele en casa: 37 pulgadas, delgadita, con conexiones de todo tipo y contrastes incontrastables... Y enchufaron el reproductor de DVD que estaba guardado en una caja desde hacía meses. Y aparecieron un montón de películas en una caja. Y, por fin, algunos DVDs especiales. Los dos del concierto de Knebworth entre ellos, pero también la versión del director de Cinema Paradiso, Memorias de África, Casablanca, American Gigolo... Ya estoy en casa, de vuelta de Zaragoza. Y estoy viendo el concierto mientras me pongo al día. Enorme pantalla, estupendo sonido, colores fantásticos (que realzan esa bendita locura que fueron los 80 en cuanto a estética).
Ahora mismo soy 17 años más joven. Ahora tengo de nuevo los 18 años de una tarde de verano. Escucho el medley que el ganso de Phil Collins interpreta con sobrero negro y gafas de sol. Esas canciones que Genesis unió ese día para empalmar sobre la base acústica del Turn it on again: 'Everybody needs somebody to love', 'Reach out', 'I'll be there', 'Pinball Wizard', 'In the midnight hour'. Y me siento feliz.
Decía John Lennon que la vida es esa cosa que te pasa mientras haces planes de futuro. Yo tenía un montón de planes con 18 años y compruebo cómo va pasando el tiempo. Cómo muchos de ellos se van cumpliendo y cómo otros esperan.
Hago un inciso... Suena 'Shine on your crazy diamond', de Pink FLoid y se me ponen los pelos como escarpias.
Como decía, pasa el tiempo. Pasan las experiencias. Pasa la vida y pasan cosas. Algunas se han quedado en el tintero. Otras están por escribir. Y es cojonudo pensar en la cantidad de vivencias geniales que he disfrutado. Y es acojonante pensar en todo lo que NOS queda por delante.
Toda esta mierda suena a justificación, pero es que me siento bien. No sé por qué cojones hago ahora esta visión retrospectiva de mi vida. No estoy en ninguna crisis y mucho menos en la de los 40. Quizá, simplemente me doy cuenta de que no soy un chaval (en un telediario, si saliera por cualquier motivo noticiable, no dirían 'un joven de 35 años...' sino 'un hombre de 35 años...'). Y , como he dicho antes, me siento bien. Moderadamente bien. Muy ilusionado con mi futuro. Por que sé que mi vida ha sido estupenda, pero también sé que lo que me toca por vivir va a ser infinitamente mejor. Algunas cosillas tardarán algo de tiempo en llegar, pero estoy seguro de que casi todo lo que quiero hacer, antes de visitar a San Pedro, llegará.
La doctora Boraíta, odiada en el colectivo triatlético, me ha dado el ok para seguir entrenando. Mi aorta y mi válvula están bien. Incluso me ha dicho que no la vea en 2 años y que me va a venir muy bien mover el culo todos los días, una hora como mínimo.
Me duele un poco la cabeza. Será del viaje, del aire acondicionado, de la alergia... Pero seguro que no es de la música a toda pastilla en el salón de casa.
Vuelvo mañana.
El sábado nos instalaron la nueva tele en casa: 37 pulgadas, delgadita, con conexiones de todo tipo y contrastes incontrastables... Y enchufaron el reproductor de DVD que estaba guardado en una caja desde hacía meses. Y aparecieron un montón de películas en una caja. Y, por fin, algunos DVDs especiales. Los dos del concierto de Knebworth entre ellos, pero también la versión del director de Cinema Paradiso, Memorias de África, Casablanca, American Gigolo... Ya estoy en casa, de vuelta de Zaragoza. Y estoy viendo el concierto mientras me pongo al día. Enorme pantalla, estupendo sonido, colores fantásticos (que realzan esa bendita locura que fueron los 80 en cuanto a estética).
Ahora mismo soy 17 años más joven. Ahora tengo de nuevo los 18 años de una tarde de verano. Escucho el medley que el ganso de Phil Collins interpreta con sobrero negro y gafas de sol. Esas canciones que Genesis unió ese día para empalmar sobre la base acústica del Turn it on again: 'Everybody needs somebody to love', 'Reach out', 'I'll be there', 'Pinball Wizard', 'In the midnight hour'. Y me siento feliz.
Decía John Lennon que la vida es esa cosa que te pasa mientras haces planes de futuro. Yo tenía un montón de planes con 18 años y compruebo cómo va pasando el tiempo. Cómo muchos de ellos se van cumpliendo y cómo otros esperan.
Hago un inciso... Suena 'Shine on your crazy diamond', de Pink FLoid y se me ponen los pelos como escarpias.
Como decía, pasa el tiempo. Pasan las experiencias. Pasa la vida y pasan cosas. Algunas se han quedado en el tintero. Otras están por escribir. Y es cojonudo pensar en la cantidad de vivencias geniales que he disfrutado. Y es acojonante pensar en todo lo que NOS queda por delante.
Toda esta mierda suena a justificación, pero es que me siento bien. No sé por qué cojones hago ahora esta visión retrospectiva de mi vida. No estoy en ninguna crisis y mucho menos en la de los 40. Quizá, simplemente me doy cuenta de que no soy un chaval (en un telediario, si saliera por cualquier motivo noticiable, no dirían 'un joven de 35 años...' sino 'un hombre de 35 años...'). Y , como he dicho antes, me siento bien. Moderadamente bien. Muy ilusionado con mi futuro. Por que sé que mi vida ha sido estupenda, pero también sé que lo que me toca por vivir va a ser infinitamente mejor. Algunas cosillas tardarán algo de tiempo en llegar, pero estoy seguro de que casi todo lo que quiero hacer, antes de visitar a San Pedro, llegará.
La doctora Boraíta, odiada en el colectivo triatlético, me ha dado el ok para seguir entrenando. Mi aorta y mi válvula están bien. Incluso me ha dicho que no la vea en 2 años y que me va a venir muy bien mover el culo todos los días, una hora como mínimo.
Me duele un poco la cabeza. Será del viaje, del aire acondicionado, de la alergia... Pero seguro que no es de la música a toda pastilla en el salón de casa.
Vuelvo mañana.
7 Comments:
Plas plas plas plas! Dani eres un CRACK!
No dejes de escribir que despúes se te hecha de menos coño!
Todo eso que cuentas, tb me pasa a mi, lo que tu me llevas ventaja en todo, en lo que ha planes cumplidos... o al menos eso me parece.
Un abrazo!
5:10 p. m.
Pues igual vengo antes i todo... ya te avisaré!
Saludos Dani!
5:19 p. m.
Hermano Keler, nos quedan un huevo de ironmanes en los que saludarnos mientras nos cruzamos.
Espero verte sudando por Madrid en breve.
5:37 p. m.
Me alegro infinito de que te sientas tan bien y como bien sabes hay más IM que longanizas y cosas mucho más importantes.
Pero te quiero ver en bici despúes de tu viaje y en Austria ya sea con dorsal o animandome a reptar en la maratón con más gracejo.
Eres un buen tío, Zubi.
7:38 p. m.
Hermano Zubi, no pienso ir a Austria, ni con dorsal ni sin él.
Y eres un pelota.
10:36 p. m.
Amigo Dani, quien narices ha dicho que existe eso de la crisis de los 40. Yo desde que me alcanzaron, me están cayendo las mejores cosas.
No se dónde leí una vez “Los años pasan para todos, aunque se conserve la frescura”.
Así que a mantenerse fresquito. Cuídate.
7:35 a. m.
Hola, hola (dos mejor que uno),
tengo pocas virtudes pero la de pelota... ni de coña, eso si la de cabezota... sobrado está uno; así que prepara la maleta con bici o sin ella para Austria. Y no me gustaría tener que repetírtelo, o ...puede parecer un accidente.
Zubi, Zubi (dos).
11:13 a. m.
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