El IronMan como una forma de entender la vida

martes, febrero 06, 2007

Manuel Vicent

Hoy ha sido un día de esos que tocan mucho los cojones. He tenido una reunión de 10 a 17 (comida incluida) de las que te erosionan demasiado el alma y te vuelven un poco más tonto. Una reunión en la que tienes tiempo para pensar qué coño quieres hacer tu vida mientras alguien habla de estrategias, ventas, mercados y oportunidades.

La comida, pesada, terminó de dinamitar mis ganas de entrenar.

Bueno, al tema. Nada de entrenamiento físico, mucho mental.

Manolo Vicent (le llamo Manolo por que para mi es de la familia, pese a que he cruzado pocas palabras -una sola vez, feria del libro mediante- con él) es esa especie de maestro que todo el mundo necesita y muy pocos lo sabemos. Desgraciadamente he encontrado en los libros de Manuel -Manolo- Vicent muchos más consejos (seguro que sin él quererlo) para ser feliz de los que han podido darme personas mucho más cercanas.

Ayer terminé de leer su último libro "Comer y beber a mi manera" y me quedo con una frase del final: "Sé prefectamente que el día en que me muera no echaré de menos los grandes acontecimientos que haya podido vivir, sino el perfume del café con las tostadas del desayuno y otras pequeñas sensaciones, por ejemplo, estirar la pierna hacia el lado fresco de la sábana en las mañanas de primavera y algunas sobremesas tan divertidas que he celebrado con los amigos."

Al final estamos condenados a disfrutar de unos pequeños placeres que no todo el mundo entiende o comparte, pero que los amigos de verdad viven como suyos propios. Yo me quedo con algunos atardeceres muy puros, la tortilla que mi abuela nunca más cocinará, el viento en la cara corriendo junto al mar y algunas sonrisas sinceras.

Gracias de corazón, Maestro.

5 Comments:

Anonymous Anónimo said...

estoy totalmente de acuerdo con tu amigo Manolo

Hay veces que no sabemos para que narices estamos en este mundo, pero te dan un beso, te sonrie tu hijo, te tomas una cerveza con un amigo...y todo vuelve a tener un POCO de sentido.

Pues coloca esa cabeza, vuelve a centrarte y a disfrutar entrenando

10:41 p. m.

 
Blogger 226 said...

... despertarte y darte que aun puedes dormir un par de horas, ... usar el jersey de la persona que te gusta y que todavía huele a su perfume,... esa meadita tras coronar un puerto, ...

11:01 a. m.

 
Anonymous Anónimo said...

No puedo estar mas deacuerdo con esa filosofia, muy buena reflexion Dani

2:11 p. m.

 
Blogger Zubi said...

Coño Darlinggggggggggggg, estoy deacuerdo contigo, pero no me tendré que preocupar por ello, no?

4:04 p. m.

 
Blogger Avellaneda said...

El caso es que he pueso Manuel Vicent en el google y me he encontrado con este post...
Va a ser cierto que las pequeñas cosas quitan el amargor del día a día... a mi me encanta, según llego a casa, ducharme y ponerme el pijama, el olor de un libro nuevo (no sé si va a ser de Manuel Vicent pero estoy por que lo sea) y si, alargar el pie al lado fresco de las sábanas...
Enhorabuena por tu reflexión.
Saludos desde el blogespacio
Merche

1:41 p. m.

 

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