El IronMan como una forma de entender la vida

viernes, noviembre 25, 2005

Semanita de vuelta

Hola otra vez.
Breve resumen de esta semana de locos…

El martes salí con la bici una hora y algo a medio día, hasta que me llamaron desde los USA con un marrón y tuve que volver a casa a conectarme con el portátil y currar. La tarde era espléndida, con un sol de otoño que no tiene precio y una sensación de libertad por mi parte que me hizo sentir genial.

El miércoles tocaron series en la pista de Pozuelo con Petrus, Peludo, Tortuguita, Shinfu, Paty y Helen. Lo pasé muy bien y me alegro de haber ido. En caso contrario, entrenando por mi cuenta, hubiera trotado una hora y punto. Acabé machacado. Soy diesel y puedo luchar contra ello, pero un perro es un perro por mucho que se vista de lobo. Mis pulsaciones se ponen en 178 cuando los demás van a 140. No tengo prisa, al menos es un consuelo. Mi IronMan será en 14 horas y no me pasará nada, seré igual de feliz.

Ayer piscina: 2000 metros con lo que marcó Pablo. Bastante entretenido y con buenas sensaciones, aunque sean sensaciones de paquete.
Hoy estoy un pelín resentido en las piernas y del trancazo. No creo que tenga tiempo de ir a nadar, pero la carrera y el gim no me los quita nadie. Hoy cerramos el tema del piso con un comprador, pero hay abogados por medio y eso me resulta un coñazo. Veremos.

Mañana y pasado toca darle caña, aunque el frío que viene me hace temer lo peor. No podrán conmigo.

Álvaro está feliz: come como una lima, duerme unos días bien y otros mal (nos rompe el sueño todos los días)… pero sonríe y es feliz.

Hemos sacado entradas y vamos a la ópera de Berlín el 14 de enero. Me muero de ganas de ir a disfrutar de Turandot.