Más y más

El lunes hice los 1500 de piscina, el martes no hice nada, ayer completé los 80 minutos de carrera y hoy tampoco he nadado. Resultado: muy contento por correr esa hora y veinte minutos (un par de vueltas al circuito de la muet-te) sin perder la consciencia y con dos sesiones de piscina pendientes para mañana y el sábado.

Esta mañana, lo que iba a ser una revisión de pediatra para Álvaro se ha convertido en cita con digestivo y alergología, más sesión de analisis. Total, 4 horas con el peque en el hospital para que le dejen niquelado. Evidentemente, la sesión de piscina se esfumó, pero lo primero es lo primero.

Después de un par de días agobiado, me han recomendado una medicina cojonuda que paso a documentaros por si tenéis interés en utilizarla. Se adquiere en cualquier lado, aunque implica un poco de disciplina en su posología. Se llama Keledén.


Por cierto, viendo la colección de problemas de los críos en el Hospital del Niño Jesús, el día que me muera y vaya al cielo (eso lo tengo claro, yo voy de cabeza para arriba) le voy a pegar dos hostias a Dios por hacer sufrir de esa manera a personajes tan indefensos y tan asustados. Te vas a cagar cuando te pille. Ya puedes llamar a San Pedro y a San Hostias, aunque no van a poder conmigo y te voy a poner la cara como un mapa. Cabronazo insensible...