De Puta Madre

Perdón por la expresión, pero es lo que hay. Me siento de puta madre (deportivamente hablando). Ya sé que hay máquinas que se meten entre pecho y espalda una temeridad de metros, kilómetros, intensidades y demás historias. Yo no puedo, qué le vamos a hacer. Tengo este cuerpo serrano y el tiempo que me conceden las obligaciones. Y no pasa nada, está asumido. Pero cuando cumplo, me siento bien.

Esta semana ha sido la primera desde que me entrena Pablo (incluso teniendo en cuenta el grupo de entrenamiento del Aguaverde de la temporada pasada) que cumplo al 100% con el número de entrenamientos de la semana (ojo, no digo que haya completado las cantidades de horas o kilómetros, sino las sesiones). Antes veía lo que se avecinaba y pensaba en cuántos días iba a petar por cansancio. Ahora he sido capaz de encajarlo todo para no saltarme ni uno. Vamos por el buen camino.

El fin de semana ha sido de traca. El viernes tenía dos horas de bici que, debido a la lluvia, se quedó en 1h 15min de rodillo. El sábado nadé 2000 metros, que tocaban el jueves y que no pude hacer por culpa del curro, luego corrí 1 hora y luego 1h y 45 minutos de bici. Todo seguido. Hoy, lloviendo y con viento, han caído 2h 20min de bici y luego media hora de carrera. Insisto en que esto no es nada para los machacas, pero para mi supone una carga de pilas de la hostia. (Eso sí, estoy un pelín cansado).

La salida de bici de hoy ha sido de las que cargan la moral. Pensaba salir por la Casa de Campo, resguardado del viento, pero Zubi me ha vuelto a convencer para dejarnos caer por el Carril bici de Colmenar hasta Manzanares y vuelta. Llevaba las patas tocadas de ayer, pero ya lloro menos cada día. Nos ha llovido bastante y hemos llegado calados al coche, pero estos días son los que suman doble. Luego la carrera ha sido un suplicio. Tocaban 40 minutos y no he podido hacer más de 30 con 2 paradas de unos segundos para que volviera a llegar la sangre a la cabeza. Mucho viento que me dejaba seco y me levantaba las pulsaciones, pero no han podido conmigo. De puta madre, insisto.

Hace unas semanas estaba acojonado por que Lisboa está a la vuelta de la esquina. Ahora sé que, si sigo así, entrar en meta entero es pan comido. Allí estaremos unos cuantos amigos pasándolo bien en Mayo.

Hoy no tengo muchas más fuerzas para escribir, pero tengo que decir bien claro que cuando cruce la meta de Austria hay tres personas que serán bastante culpables: Pablo, mi entrenador, que me coloca entrenamientos que te curten o te matan :o) Zubi, que me empuja para salir y dar un poco más en la bici y me espera cuando que quedo tirado (que todavía son muchas veces) -gracias amigo- y mi MUJER, que me anima cada día a seguir entrenando y a cumplir con mis objetivos. Álvaro de momento no se entera de casi nada, sólo suele ver a papá vestido con ropa ceñida y de colores de dudoso gusto.

Resumen de la semana:
Natación: 3500 metros
Bici: 7 horas
Carrera: 2h30min.

Acumulado:
Natación: 4500 metros
Bici: 17h30min
Carrera: 6h

Mañana me peso y vuelvo a apuntar.