Pajarito

Ayer por la mañana hice más de 3000 metros de piscina, en vez de los 2500 que tocaban. Es una maravilla nadar sin la presión de tener que llegar a una reunión con el tiempo justo y la marca de las gafas. De verdad que, cuando me toque la lotería, sabré cómo llenar los días, las horas, los minutos...

Por la tarde 50 minutos de carrera del lunes que, debido a lo oxidado de las patas, no tuve más remedio que pasar al martes. Pablo me dice que cuando no haga un entrenamiento fijado para un día me lo salte y punto, pero mi cabeza me dice que acumule, de forma suave, sobre todo en la bici y -especialmente- en la carrera.

Mi mal conocimiento de la tecnología (soy incapaz de entender cómo poner en marcha un microondas o de cómo sacarle vidilla a la tele con 831 funciones) me hizo perder las canciones de Pet Shop Boys en la iPod la semana pasada, cuando actualicé algunos de los temas. Al final tengo música nueva y no complementaria (es decir, que nada de lo que quería salvar se quedó en la iPod).

Una de las canciones sonaba mientras corría con el sol bajo, en el horizonte. Una larga recta y tiempo para pensar en la letra:

Puede ser que la vida me guíe hasta el sol

Puede ser que el mal domine tus horas

O que toda tu risa le gane ese pulso al dolor

Puede ser que lo malo sea hoy

Cogiéndolo con pinzas (como se cogen lass cosas cuando la sangre llega con dificultad a la cabeza) me venían recuerdos de salidas a correr en Lanzarote, Fuerteventura, Formentera... Siempre en alguna isla y con el sol que se escondía como protagonista. Y recuerdos de las sonrisas eternas de Natasha Badman. Y recuerdos de los dolores de espalda. Y recuerdos de... En fin, que es una canción de ir tranquilito, bajando pulsaciones.



Hoy he salido algo más de tres horas con la bici, para unos 95km. A solas el 85% del tiempo. Coincidí con Beni y estuvimos charlando desde casi Cerceda hasta Soto. Que bueno es ir en buena compañía (qué sería de mi sin Zubi, mi pareja de hecho).

A la vuelta, pajarón. Casi. Se quedó en una gran flojera aliviada con dos barritas energéticas, una coca-cola y un isostar (con dos paradas en gasolineras para repostar). En fin, que me quedé pajarito.

Mañana más piscina y más carrera. Y el viernes quiero tener una salida tranquila con la bici de carretera. Una salida sin horario de llegada y sin estar pendiente de la media, pensando sólo en hacer unos cuantos (espro que bastantes) km disfrutando del paisaje.

Y dije que no tenía ganas de escribir de lo que muevo el trasero, pero también dije que estoy algo 'difícil' y, teniendo en cuenta que el blog es mío, escribo de lo que me vuelve a salir de los santos cojones. He dicho.

Besos en los morros y, después de algún malentendido en los comentarios de mi anterior post, que reine la paz en la blogosfera.