Pulpos y agua

Me encanta el pulpo. A feria. Con sus patatitas (cachelos), su aceite, su pimentón, su hojita de laurel... No sé quién cojones sería el cerdo que se comió por primera vez semejante manjar, pero seguro que fue alguien con mucho hambre o muy depravado.

Ayer fui a correr (después del comentario en el blog de Esteban no me quedaban más narices que salir). No fue mucho, apenas 5km en 28min 03seg. Es decir, un trote cochinero en toda regla. Pues bien, previo a la salida ya notaba yo una cierta sequedad interna. Un vacío poco parecido al existencial y más tendente al "me voy a cagar cuando me quede con la boca como la suela de las Brooks". Bebí agua, uno, dos, tres vasos. Pero nada.

Kilómetro 2: aparece el primer pulpo. Saboreado en el paladar, ese peaso de flema no hacía sino adelantar lo que sería un alegre trote con bruscos golpes de cuello para eliminar residuos. Pulpos, putos pulpos en carrera. Y es que además yo soy de los que no saben escupir, de los que les da asco regodearse en sus pollos, de los que sufren arcadas cuando la cosa va a mayores. Y ayer volví a recordar una y mil veces lo de beber cuando no se tiene sed. Un litro por la mañana y otro por la tarde... Y dejemos el pulpo para que lo prepare mamá cuando voy a comer a su casa.

Además, a la vuelta, unas dominadas en la barra que me tortura en el espacio multiusos (biblioteca - sala de ordenador - despacho - gimnasio - clase de spinning - laboratorio fotográfico) y unas pesas más abdominales viendo vídeos de Queen en el salón. Es decir, dos días seguidos moviendo el santo culo.

Hoy me metí 1500 metros de piscina, así, por las buenas, sin encomendarme a ningún santo. Y va el Cabrón de Esteban y me dice que él ayer se metió 1 hora corriendo a 4:10 el km y que esta tarde me anime y salga también a correr. Amos hombre, no me jodas... Me he ido a ver a Jesusito de mi vida, que no es niño como yo, a que me de un masaje y me deje listo para la tiradita de mañana (7km, espero) más las pesitas indoor.

O sea, 3 días seguidos meneando mi serrano cuerpo por estos mundos de Dios. Si es que no hay caridad cristiana...

Hasta mañana.