El IronMan como una forma de entender la vida

sábado, febrero 04, 2006

Casi casi

Buena mañana la de hoy. Un día perfecto para montar en bici: soleado, despejado, sin viento...

Finalmente salí del parking de Tres Cantos casi a las 12:00. No había presión porque no había quedado con nadie, así es que sin problemas.

La ida hacia la Sierra fue bastante buena, casi todo el rato detrás de un tandem ocupado por chico y chica. En un repecho, después de unos cuantos kilómetros juntos, decidí seguir en solitario y a mi ritmo, que tenía que ser un poco más vivo.

A la hora y veinte minutos me plantaba en la fuente de Miraflores. He hecho parte del camino acoplado y noto mucha mejoría respecto a la otra vez que llegué hasta aquí. Traguito de agua, aligerar un poco el abrigo (hacía muuucho calor) y para Morcuera.

He subido con las ruedas nuevas, que son una maravilla. Tienen un 25 de corona grande pero, cuando la carretera marcaba el km 14 (creo que cuenta desde Soto) he echado pie a tierra. No me arrepiento de no haber llevado las ruedas 'normales' con un 27. Hoy no podía haber subido Morcuera ni con un triple plato (que creo que jamás lo pondré en una de mis bicis), pero ha sido más un asunto de no machacarme sin un objetivo sensato que otra cosa.

Creo que no tenía sentido seguir sufriendo y perderme el entrenamiento de mañana. Todo llega con un poco de paciencia y trabajo y creo que he acertado al parar. A la media hora de subida (una hora y cincuenta minutos desde la salida) me he dado la vuelta, volando de vuelta a casa.

Mientras bajaba recordaba cómo subía Morcuera hace años, con una facilidad pasmosa, sin meter más del 19... eran otros tiempos y otros entrenamientos. El viento helaba en la cara y en los oídos y me volví a poner la braga en Soto.

Durante muchos kilómetros de la vuelta he ido acoplado, para llegar al parking en tres horas y un minuto. Era justo lo que quería, tres horitas con un poco de mueca de dolor... Ahora toca descansar, recuperar y esperar a mañana: dos horas de bici y transición a una hora corriendo.

Ojito, que mis tiempos y mis medias serán una mierda, pero estoy más cerca de cumplir uno de mis sueños.

Besos en los morros

3 Comments:

Anonymous Anónimo said...

Bien, amigo. Los que dejamos la primera juventud atrás, no deberíamos nunca perder la fe; unos cuantos meses pueden transformar a una persona, del sendentarismo a la maravilla fisiológica. Lo crees?? Sigue trabajando.

Siéntete bien, llénate de energía, camina hacia tu meta y no dejes de transmitirnos tu mensaje de esperanza.

Un abrazo,

p

10:24 p. m.

 
Anonymous Anónimo said...

Yo no monto en bici, excepto en aquella BH con la cesta rosa que tuve hace siglos...
pero la verdad que con lo que has contado estos dos dias apetece aficionarse!!

por que no cuelgas una foto de la bici para ense;arnos como te ha quedado?

Un abrazo
Natalia

11:36 a. m.

 
Anonymous Anónimo said...

Pero tío, ¿tú eras Indurain? ¿Con un 19?

9:30 a. m.

 

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